Las imágenes son mucho más que un simple “adorno” en un sitio web. Afectan a todo: desde la velocidad de carga de las páginas y el posicionamiento SEO hasta la decisión de un visitante de quedarse o cerrar el sitio en solo 3 segundos. Pero la gran pregunta es: ¿qué formato elegir, WEBP o JPG? A simple vista parecen iguales, pero bajo el capó las diferencias son enormes. Vamos a descubrir cuál es el más adecuado para ti.
Los archivos de vídeo grandes son un dolor de cabeza constante. Ocupan demasiado espacio, se cargan lentamente y a menudo superan los límites de tamaño de las aplicaciones de mensajería, el correo electrónico o las redes sociales. Pero lo peor es que la compresión suele arruinarlo todo: la imagen se vuelve borrosa, aparecen artefactos y el sonido pierde claridad.